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El 26 de mayo de 2020, Costa Rica se convirtió en el primer país centroamericano en legalizar la unión civil entre personas del mismo sexo. Ese día se cumplía el plazo de 18 meses que la Corte Suprema de Justicia había dado al Congreso para legislar sobre el Matrimonio Igualitario, indicando que de lo contrario quedarían derogados los artículos de las leyes que prohibían tales uniones. 

En 2018, el Tribunal Superior de Elecciones (TSE) eliminó los indicadores de sexo de las cédulas de identidad. Sin embargo, tal decisión generó más problemas para las personas trans, dado que en otros documentos el género no es modificado. Actualmente los colectivos LGTBIQA+ del país exigen la aprobación de una Ley Trans.

Enjolras Morningstar, 20, vive en San José. “A glimpse into a troubled mind”, su primer álbum de estudio se estrenó en febrero del 2021. Su más reciente sencillo “cherry” llegó a las plataformas de streaming el pasado 1 de junio. Aquí, el músico comparte con nosotros cómo ha sido crecer en Costa Rica siendo una persona LGTBIQA+, denuncia la vulnerabilidad social en que aún se encuentra gran parte del colectivo y celebra los derechos conquistados en los últimos años: 

DESDE PEQUEÑO SABÍA QUE ERA DIFERENTE pero no estaba seguro de qué tan diferente era. Siempre me sentía como un extraño en mi propia vida, pero a mi alrededor no había personas que estuvieran dispuestas a hablar al respecto. Siempre he notado que hay un estigma alrededor de explorar diferentes identidades, ya sean de género o sexuales, el proceso ha sido lento pero cada vez logro comprender más cosas sobre mí mismo. Creo que el poder ser consciente de esto y poder aceptarlo es un privilegio; no solo porque me he permitido a mí mismo explorar lo que significa ser diferente, sino también cómo es que esta otredad me permite expresarme sin tapujos. 

Cuestionar nuestra identidad no es algo que se haya fomentado en la sociedad hasta hace poco. Si bien nos alientan a que utilicemos la educación que nos da como una herramienta de movilidad social, esta misma educación nos adoctrina a que no desafiemos el status quo. Crecemos con la idea de que nuestra identidad debe acoplarse a ideas heteronormativas y binarias. Aunque mi identidad sea algo sumamente personal, no es algo que sea solamente para mí mismo, puesto que soy un ser social y me veo obligado a interactuar con otras personas. Me ha sido difícil poder deconstruirme para entender mejor cómo es que puedo reconstruir mi identidad y mi círculo social acepte y respete los cambios constantes de la misma.

En mi experiencia personal he sido una persona privilegiada. Vengo de una ciudad que es un poco más abierta en cuanto a temas de diversidad, no todas las personas LGTBIQA+ de mi país tienen la misma suerte. Si bien he podido vivir de una manera más libre, aún me topo con discriminación cuando estoy en público y siempre está el terror de que algún día algo me suceda simplemente porque no me acoplo a los estándares de lo que se supone que debo ser. 

Muchas personas LGTBIQA+ aún son echadas de sus casas; si no tienen un buen sistema de apoyo, tienen que recurrir al trabajo sexual para no terminar en situación de calle o aún peor, son asesinadas. La brecha social entre las personas LGTBIQA+ de la ciudad y las zonas rurales es gigante y las experiencias siempre varían dependiendo de distintos factores socioculturales, como las condiciones económicas, su acceso a educación y qué tan tolerantes sean las personas que tienen a su alrededor. A pesar de tener que tolerar interminables micro agresiones, he tenido la suerte de poder cultivar mi talento y utilizar mi voz para expresar lo que siento.

El machismo que tienen las personas costarricenses está tan internalizado en todes, que el estar relacionade con elementos o conductas que se reconocen como convencionalmente femeninas se ve como algo que hace a las personas inferiores. El hablar de cierto modo, expresar emociones, usar ciertos colores, ver ciertas series de televisión, etc. pueden ser factores que determinan en qué nivel de la escala social se encuentra una persona dependiendo de si estas cualidades se consideran femeninas o masculinas. Además, Costa Rica aún es un estado confesional, la religión aún tiene un peso muy grande en el pensamiento de las personas. 

Es muy reciente el que las personas LGTBIQA+ se puedan casar en el país y que puedan formar una familia al igual que adoptar. La opción de cambio de nombre al género auto percibido para las personas trans y el apoyo en su transición física por parte de ciertas instituciones, como la Caja Costarricense de Seguro Social (C.C.S.S.), es otro avance reciente. También se ha logrado fundar espacios específicos para dar apoyo a personas LGTBIQA+. Si bien estamos agradecides por estos avances, sabemos que todavía nos queda un largo camino por recorrer y, no obstante, seguiremos nuestra lucha con la esperanza de un mundo mejor y más tolerante.

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