La Federación Estatal LGTBI+ ha publicado el informe “Estado LGTBI+ 2024” que analiza la situación socioeconómica de la comunidad LGTBIQ+ residente en España.
El documento revela que, a pesar de los avances legales, las personas del colectivo siguen enfrentando desigualdades profundas que limitan su acceso a derechos básicos como el empleo, la vivienda y la seguridad.
Cerca de 800 personas LGTBIQ+ mayores de 18 años y residentes en España participaron en la encuesta realizada entre febrero y marzo de 2024.
El estudio presenta una radiografía de una parte significativa de la sociedad, evidenciando diferencias que requieren ser visibilizadas para entender su realidad.
Basándose en datos del informe de 2023 y en los recolectados este año, se estima que la población LGTBIQ+ residente en España representa entre el 7 % y el 8% del total. Esto equivale aproximadamente a tres millones de personas, según las cifras oficiales de población residente.
Identidad y orientación sexual
Más de la mitad de las personas encuestadas (55,1%) se identifica como bisexual. En cuanto a la identidad de género, el 46,58% se identifica como mujer cis, el 47,79% como hombre cis, el 1,94% como mujer trans, el 1,98% como hombre trans, y el 1,7 % como persona no binaria.
El 20 % de la población entre 18 y 24 años se identifica como LGTBIQ+. En contraste, los grupos de mayor edad (65-74 y 75+) registran un porcentaje elevado de respuestas No sabe/No contesta, lo que podría indicar una menor libertad para expresarse abiertamente en generaciones anteriores.
Desigualdades socioeconómicas
Las personas LGTBIQ+ tienen un 13% más de probabilidad de sufrir situaciones de pobreza, con una tasa de riesgo del 30,6 %. Esto afecta especialmente a mujeres lesbianas y personas trans, agravado por la precariedad laboral.
Un 14,7% de los hogares del colectivo tiene una baja intensidad laboral (menos de dos meses trabajados al año). La tasa de paro entre mujeres LTBI+ es del 17,39%, superior al promedio femenino general (13,73%) y al de hombres GTBI+ (8,92 %). A partir de los 60 años, la tasa de desempleo en personas LGTBIQ+ mayores alcanza el 40 %, triplicando la media nacional. Este dato refleja el impacto combinado del edadismo y la discriminación por diversidad sexual o de género.
Para la presidenta de la Federación Estatal LGTBI+, Paula Iglesias, “estos datos reflejan que el género sigue siendo un factor de exclusión que, en combinación con la orientación sexual, la identidad de género o la diversidad corporal, supone un aumento del riesgo de exclusión. Las mujeres del colectivo enfrentan una doble, o incluso triple, discriminación que las empuja a los márgenes del mercado laboral.”
A estas cifras de precariedad económica y laboral se suma una realidad devastadora: la violencia extrema que enfrentan las personas LGTBIQ+ en situación de sinhogarismo. Según el informe, un 23% del colectivo ha experimentado violencia en algún momento de su vida. Entre quienes han estado en situación de calle, las tasas de agresión física se quintuplican y el 50% reporta discriminación en el último año.
Desde la Federación, se hace un llamado a los poderes públicos para implementar medidas urgentes contra estas desigualdades estructurales. Iglesias concluye: “El primer paso es implementar de manera efectiva la Ley LGTBI+, pero no nos podemos quedar ahí, hay que avanzar en el desarrollo de políticas públicas para la construcción de una sociedad donde toda persona, independientemente de su orientación sexual, diversidad corporal o su identidad y/o expresión de género tengan acceso a los derechos que les corresponden”.